jueves, 22 de diciembre de 2011

Confia en tus fuerzas, y recuerda nada es imposible.

 Confía en tus fuerzas, y recuerda que nada es imposible.
 
Confía en las cosas que te inspiran.
Confía en las cosas que te dan felicidad.
Confía en los sueños
que simpre has anhelado
y déjalos hacerse realidad.
La vida no hace promesas
sobre lo que te reserva el futuro.
Debes buscar tus propios ideales
y animarte a cumplirlos.
La vida no te ofrece garantías
sobre lo que tendrás.
Pero te ofrece tiempo para decidir que buscas
y arriesgarte a encontrarlo
y a revelar algún secreto
que encuentre en tu senda.
Si tienes voluntad
para hacer buen uso del talento
y de los dones que son sólo tuyos;
tu vida estará llena
de tiempos memorables
y de inolvidable alegría.
Nadie comprende el misterio de la vida o su significado,
mas para aquellos que desiden
creer en la verdad de lo que sueñan
y en sus fuerzas,
la vida es un singular regalo
y nada es imposible.



martes, 22 de noviembre de 2011

La Elegía (Miguel Hernández)



La Elegía (Miguel Hernández).

(En Orihuela, su pueblo y el mío, se
me ha muerto como del rayo Ramón Sijé,
a quien tanto quería)

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Me gusta cuando callas(Pablo Neruda)



Me gusta cuando callas (Pablo Neruda).

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.